Y aquí estoy, escribiendo en esta maldita hoja para librarme de este maldito bloqueo que me ha impedido escribir durante los últimos días. No entiendo por qué ocurre: tal vez no sea lo bastante bueno, tal vez debería estar redactando las traducciones de la universidad, o haciendo un poco de deporte –seamos realistas, Pepe, han pasado lustros desde la última vez que practicaste un poco de deporte, seguramente te morirías a los pocos segundos de empezar a moverte– y ponerme a escribir un poco más; pero no me salen las palabras.
El nanowrimo está a punto de terminar; solo queda una semana y media, casi nada; y a mí me queda más de media novela por escribir ¿Qué genial, no? O sea, yo, que me propuse este reto para demostrarme que sí era capaz de escribir una novela voy a quedar como un auténtico inútil porque no logro superar un estúpido bloqueo. Porque espera, no solo me embarqué en esta aventura de escribir una novela en un mes; sino que además me aseguré de hacérselo saber a todo el mundo para que fueran testigos de mi triunfo; que a este ritmo se convertirá en un maldito fracaso. Genial, simplemente genial.
¿Por dónde empiezo? ¿Cómo puedo explicar el bloqueo que me ha paralizado por completo? Seré breve: mi historia da asco, todas y cada una de las palabras que he escrito dan asco, yo doy asco, y todo esto es un cúmulo de asquerosidad que está a punto de caerme encima… quiero morirme.
Mis personajes no están definidos, actúan sin consecuencia ni razón. Primero hacen una cosa, y luego otra, completa y diametralmente opuesta –¿diametralmente significa lo que yo quiero expresar? Ni idea– las escenas buenas ya están escritas, y su calidad brilla por su ausencia. Tengo varios capítulos incompletos; tal vez debería empezar a escribir por ahí, pero no me salen las palabras, no salen, no les da la gana salir –y sin embargo estoy sacando estas mil palabras que no sirven para nada y que no puedo sumar al contador. ¿Ironía? ¿Dónde?–.
Esto es absurdo; y me estoy yendo por las ramas más de lo necesario.
Desde un punto de vista subjetivo pesimista; –no encuentro otra forma de describir mi estado de ánimo ahora mismo– la trama de mi historia tiene tantos agujeros como la ropa de invierno tras haber sido asaltada por un ejercito de polillas –¿eso era una metáfora, en serio? Mejor dedícate a otra cosa porque esto de escribir, como que no…– los personajes me están quedando cutres, ni yo mismo entiendo por qué hacen las cosas que haces, o actúan de la forma que lo hacen, he perdido completamente el poco control que tenía sobre ellos. Debería dejar que ellos me llevaran a través de la historia, pero ni ellos mismos saben dónde están.
¿Qué más puedo decir?
¡Ah, sí! A la hora de describir batallas me repito más que el ajo; y las escenas de besos… mejor no hablo de ellas, pero he visto ladrillos capaces de transmitir más emociones que mis personajes, algo que resulta bastante patético. Y en cuanto al final: gracias a ese personaje que decidí meter porque me dio la gana, ahora no sé qué final escribir. No lo sé. Me lo ha desmontado por completo; pero me niego a eliminar a ese personaje, creo que puede dar juego, solo tengo que averiguar cómo.
También podría hablar de las numerosas faltas de ortografía y repeticiones que llenan el texto debido a la rapidez con la que suelto las palabras sobre la pantalla sin apenas pensar en lo que hago. Incluso puede que se me haya escapado algún error de estilo, o gramatical o de léxico en este texto que estás leyendo o que no estás leyendo –aunque si no lo estás leyendo ¿qué más te da que esté mal escrito?– en estos momentos; pero me da igual, ahora que ya he superado las seiscientas palabras seguiré escribiendo y lo subiré al blog sin revisar, me da demasiada pereza en estos momentos.
Y con el poco texto que me queda, debería abandonar mi lado quejica y empezar a ser un poco más objetivo respecto a la historia que tengo entre manos.
No todo da asco –gran parte sí, pero no todo–. Los personajes se parecen a lo que tenía en mente cuando empecé a pensar en esta historia; las escenas dramáticas, que son las que le dan vidilla a esta historia están quedado más o menos como me gustan; estoy sacando trama de sitios que no esperaba sacarla…
Todo esto no quita que, cuando acabe la historia –si es que la acabo alguna vez– esta necesitara mucha revisión; y con mucha revisión no me refiero solo a mucha revisión; sino mucha, mucha, mucha –este es alguno de los truquitos que se utilizan para aumenta el contador de palabras– mucha revisión. Voy a tirarme, como mínimo, hasta noviembre del año que viene corrigiendo esta historia.
Y luego empezará de nuevo el NaNo, yo volveré a caer en sus garras, y me veré en la misma situación que ahora, salvo que seré un año más viejo. Porque soy así de tonto.
Aún puedo alcanzar las 50.000 palabras –si dejo de dormir, estudiar, comer y abandono por completo mi vida social– no es algo imposible; pero seguramente me va a costar; y más cuando las palabras no son capaces de salir cuando más lo necesito; pero ahora que ya estoy a punto de alcanzar las mil palabras en esta especie de texto, creo que voy irme a la cocina, me prepararé un café con caramelo y volveré a mi cuarto con provisiones suficientes como para alimentarme durante el resto de la tarde, hasta que escriba las dos mil palabras que tendré que redactar antes de irme a la cama –esto es gracioso porque llevo con esta excusa desde que empezó el mes, y aún no me he acostado tarde ninguna noche–.
No tengo ni idea de si habrás llegado hasta aquí; probablemente habrás abandonado a las pocas líneas al ver que este texto no conducía a ninguna parte, y no te lo puedo echar en cara, porque yo seguramente también lo hubiera hecho, pero necesitaba escribir estás mil palabras para dejar fluir la imaginación y la creatividad –o al menos eso era lo que recomendaban por Internet–. Ya os contaré si ha funcionado.
¡PEPE! ¡YA!
ResponderEliminarTe conozco, he leído cosas que has escrito y, aunque no son brillantes, no están mal, así que deja de autocompadecerte y tomar café del Starbucks (o como se escriba, que yo no soy pija) y relájate. Si sigues pensando eso, seguirás bloqueado y no conseguirás nada.
¿No te da como angustia? Quiero decir, tú sabes que tienes que escribir y ponerte al día, pero, en el momento en el que dices "voy a escribir un poco, venga" ¿no te da como agobio y angustia y... no puedes? No sé, es lo que me pasa a mí esta tarde y es una mierda (sí, he dicho una palabrota en un comentario de un blog, culpa tuya), pero no puedo hacer nada. Creo que lo mejor es dejar de pensar en el NaNo un rato y hacer otra cosa que te guste, como leer.
Se supone que tú estás participando en el NaNo porque quieres, porque te gusta escribir... Digan lo que digan, no debería convertirse en algo que nos agobie o nos haga sentir mal. Cada persona es un mundo y hay gente a la que el NaNo le funciona y gente a la que no. Y no pasa nada, eso no significa que sean peores en esto, ni que nunca vayan a escribir una novela, ni nada en absoluto. De hecho, si has leído las charlas, muchos escritores no lo consiguieron y han publicado. El caso, que no te agobies. Lo importante es que, al terminar el mes, hayamos sacado algo positivo de esto. Con 50.000 palabras o con las que sean.
Más te vale haberme leído que he quedado con MC y estoy llegando tarde.
Hasta luego
Un abrazo muy fuerte y mucho mucho ánimo
Firmado: tu fan numero 1.
¡Hombre! ¡Calma tu alma!
ResponderEliminarQue esto no es, ni de lejos, la versión definitiva de la novela. ¿Que tienes dedazos, faltas ortográficas, errores de continuidad o de otros tipos? Pues mirá vos, yo también, y no me tiro de los pelos. Me he dicho que debía llegar a tal cantidad, sí, a veces por debajo, a veces por arriba, pero siempre adelante, aunque sea algo del estilo "no sé si está soñando o qué, peor me gusta la idea". Si no tienes ideas propias, roba descaradamente y déjalo como un parchecito de algo reconocible de la cultura pop en el collage. Despotrica. Haz la gran Andrew Hussie ("Deja que te hable sobre Homestuck"). Anota tus sueños y pégalos en la historia. Algo podrá ser una chispa, pero esa chispa puede empezar un incendio. Emborracha al narrador y que se caiga en el medio de una escena romántica. Que reine el caos. Que el caos se haga carne (y hazlo varón, que brujas malas hay demasiadas, hombre) o, mejor aún, algo incorpóreo pero presente.
Si la historia no te hace caso, puedo dales algo por lo que moverse. Que la princesa sea un príncipe disfrazado, el malo en realidad es una pesadilla de otra persona, que se caigan del estante y se mezclan. Métete y empieza a darles hostias ya chillarles, a ver cómo reaccionan. Que tu café con caramelo cause un terremoto y se lleve a los personajes más importantes, convirtiéndolos en un ser mutante que debe ser derrotado antes que convierta a todo el mundo en su basurero tóxico. Dales desafíos raros, o da toda la vuelta. Que uno se despierte e un nivel de sueño y aparezca en otro.
Y, por sobre todo, arrasa con los malditos. Ellos no te controlan. Tú los controlas a ellos. Eres su amo. Haz valer tu autoridad.
Jaja si lo he leido enterito!! No te desanimes, es normal que tengas bloqueos y más aún viendo que el tiempo estimado para la novela llega a su fin. No te metas presión e intenta ver esto como algo que decidiste hacer para divertirte. A veces la presión bloquea así que haz un descanso, ve o haz algo que te guste y que te sirva para desconectar, y posiblemente, después de eso te comiencen a salir más fluidas las palabras.
ResponderEliminarSeguro que te sadrá una buena historia
Ánimo
Hola
ResponderEliminarNo sé de qué bloqueo hablas. Una persona que es capaz de mandarse un texto así de un tirón no está bloqueada, sino algo confundida. Hay que coger el toro por las astas! no le tengas miedo a ese estado de turbación que pareces estar teniendo respecto a tu novela, todo es cuestión de revisión. Mucha, mucha revisión, como tu mismo dijiste.
Al final, si con todo resulta que sigues pensando que tu historia da asco, escribe otra. O replanteala, o guardala tal como está y leela luego de un tiempo, verás que uno se puede reir de si mismo y des sus defectos al escribir (eso te lo digo por experiencia).
Saludos, y te sigo =)
Dejen paso a Lady Drama por favor xDDDDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarNo, en serio, creo que estás exagerando un montón. Seguro que lo que escribes no está taaaan mal. Debes ver tus puntos fuertes, que según dices es el drama, y utilizarlo a tu favor. Podrías incluso plantearte cambiar de género. Que tengas suerte con este reto y piensa que algunos estamos aún peor (llevo ya un par de años con una historia y todavía no hay ni 1 capítulo escrito enteramente).