Reseña: Sangre Azul (Vampire Academy #2) - Richelle Mead

Rose Hathaway tiene un serio problema. Su guapísimo tutor Dimitri se está fijando en otra, su amigo Mason está colado por ella y el vínculo que tiene con su mejor amiga Lissa... la vuelve loca cuando ésta se enrolla con su novio.
Entonces un gran ataque strigoi pone a la Academia en alerta y deciden poner a salvo a los alumnos en la elegante estación de Idaho. Pero la impresión de seguridad es falsa. Esta vez, Rose -y su corazón- correrá un peligro mayor de lo que imaginaba.

Cuando terminé Vampire Academy todo el mundo me dijo lo siguiente: "La saga no deja de mejorar"; y es cierto. 

Cuando empecé la novela me decepcioné un pelín, no puedo explicar por qué me ocurrió esto, simplemente sucedió. Me costó mucho avanzar a través de los dos primeros capítulos, pero una vez superados, devoré el libro en nada.

Sangre Azul me ha gustado tanto o más que Vampire Academy. En la primera entrega me enamoré perdidamente de la protagonista, Rose, principalmente por su carácter; pero en esta segunda entrega me he dado cuenta de que prácticamente todos los personajes, tanto los ya conocidos (como Lissa, Christian o Mason) como los nuevos que se introducen (Adrian y Janine) me han gustado y parecido entrañables. Tanto los principales como los secundarios están elaborados, y eso es algo que le da mucha miga a la novela.

Argumentalmente, este libro me ha gustado más que la primera entrega. Vampire Academy tenía un argumento raro, donde no sabía muy bien qué estabas leyendo; aquí ocurre todo lo contrario. Tenemos problemas y conflicto desde el principio, con una trama mucho más oscura y cargada de acción que conducen a un muy buen final, para nada decepcionante.

No le doy la nota máxima porque aún me queda mucha saga por delante y me han dicho que sigue mejorando, pero se la podría dar sin problema. Por eso recomiendo Vampire Academy desde ya mismo.

4 // 5